Entre mundos amazónicos: La memoria como práctica insurgente en el río Tapajós

Ensayo, 2024




La samaúma (Ceiba samauma) es un árbol que alcanza alturas impresionantes, sobresaliendo por encima de las copas de otros árboles y sirviendo de punto de referencia para navegar por los ríos amazónicos, como las estrellas para los barcos en alta mar. Son árboles abuelas que reúnen una gran diversidad de conjuntos de vida, acogiendo a muchos mundos alrededor de sus raíces, conectando río y selva, visible e invisible. Me gusta pensar en las samaúmas como puntos de coordinación de la vida interdependiente en la selva amazónica, lugares de conexión y tránsito que organizan la lenta y laboriosa construcción de un acuerdo de voces entre diferentes cuerpos, ritmos, lenguas y formas de vida.

Para llegar a la samaúma de la aldea Santo Amaro, en el territorio tupinambá del bajo Tapajós (Pará, Brasil), hay que pasar la iglesia, el campo de fútbol, y caminar unos minutos más por un sendero hacia sus gigantescas raíces. Durante el encuentro de la juventud tupinambá, que pude acompañar en septiembre de 2022, estuvimos muchas veces a los pies de la samaúma. Fuera para abrir los trabajos o para cerrar el día, ella participaba marcando los tránsitos y tiempos del encuentro. Bajo sus hojas se conectaban los diferentes pasados y futuros ancestralesdel territorio, convirtiéndola en lugar de aprendizaje, donde se escuchaba, se hablaba, se cantaba, se bailaba y se hacían los rituales de la juventud indígena del encuentro.






La samaúma se convirtió en lugar y sujeto de formación política, enseñando sobre la interdependencia en el territorio a partir de la complejidad de la reproducción de la vida en común que sucede entre sus raíces. Nos mostró que el territorio se encarna a través de trayectos y permanencias que, entre diversos cuerpos, humanos y más-que-humanos, se coordinan garantizando la vida.


 




Conjurando recuerdos en Anumã


Los días calurosos en el Tapajós parecen sobrepasarse a cada día, así que el debate sobre dónde reunirse para el taller empezó principalmente en torno al tema, y quienes están acostumbrados a vivir en el calor saben que la sombra y el viento son elementos esenciales para soportar cualquier permanencia calurosa al aire libre. Justo en frente de la escuela de la comunidad de Anumã vive un árbol que por la tarde brinda una amplia y deliciosa sombra, por lo que las educadoras se decidieron por este lugar para la actividad sin pensárselo dos veces. El año era 2022 y yo estaba viajando por las comunidades del bajo río Tapajós con el equipo de educación de la ONG Saúde e Alegria, siguiendo un proyecto sobre la primera infancia titulado "Crianças com Saúde e Alegria", realizado en cinco comunidades de la Reserva Extractivista Tapajós Arapiuns.

El taller en la comunidad de Anumã fue realizado por el equipo de educación de la ONG, coordinado por Fábio Pena, compuesto por Ananda Pacheco, Ádma Guimães y Elis Lucien. La actividad sucedió en colaboración con la escuela de la comunidad, llamada Escola Santa Rita de Cássia, y sus trabajadoras, alumnas, madres y padres. Parto de ese taller porque me hizo volver a pensar sobre el poder transformador de los recuerdos, lo que Elia Méndez García llama "la potencia de recordar"9, que nos conduce a la fuerza transgresora que la pedagogía puede asumir a partir del ejercicio colectivo de compartir recuerdos.




Poner atención en los usos de la memoria como práctica insurgente y provocadora del orden capitalista-patriarcal-colonial me parece un punto interesante para pensar cómo se da la artesanía emancipadora de la defensa del río Tapajós. La reflexión surge de una pregunta central: ¿qué pasa cuándo la pedagogía reivindica la memoria como práctica insurgente?"


(...)

Para acessar el ensayo completo: 

https://laescuela.art/es/campus/library/mappings/entre-mundos-amazonicos-la-memoria-como-practica-insurgente-en-el-rio-tapajos-alice-lima-nin